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Cuando las células epiteliales sufren una lesión por exceso de secreción ácida, y éstas no pueden ser reparadas correctamente mediante los mecanismos habituales, entonces se pueden producir patologías que acaban afectando al tracto digestivo.
En la actualidad, las 4 enfermedades del estómago más frecuentes y que son debidas a las secreciones ácidas son:
- ✅ Gastritis
- ✅ Úlcera péptica
- ✅ Esofagitis por reflujo
- ✅ Síndrome de Zollinger-Ellison
Esta es la descripción de cada una de ellas ya que, aunque parezcan lo mismo, cada patología tiene unas características diferentes y puede causar problemas que no son comunes:
La Gastritis
La gastritis es la inflamación aguda o crónica de la mucosa gástrica y es una patología que puede tener diversos orígenes.
En primer lugar, existen gastritis debidas a erosiones de las células que cursan con hemorragia y a una inflamación aguda de la mucosa estomacal.

Por otro lado, es la propia mucosa la que sufre unas alteraciones que no son concretas, sino inespecíficas, que acaban desarrollando procesos inflamatorios crónicos en el estómago, como por ejemplo, la úlcera gástrica.
Por último, la gastritis puede ser el resultado de otras afecciones o enfermedades previas que afectan al tubo digestivo, al estómago o conducen a una inflamación general de organismo.
¿Qué es una gastroscopia?
En muchas ocasiones, la gastritis es un síntoma de alguna otra patología más grave, por lo que la endoscopia digestiva es el mejor método de detección para ello, aunque la prueba en sí puede resultar incómoda para la persona.
La prueba se realiza gracias a un tubo flexible que se introduce a través de la garganta y que lleva un dispositivo óptico similar a un micro-cámara.
Gracias a esto, se puede realizar un examen visual del revestimiento interno de todo el aparato digestivo:
- Faringe
- Esófago
- Estómago
- Intestino grueso
- Intestino delgado
La gastroscopia es una endoscopia digestiva, donde se introduce el tubo con una fuente de luz que ilumina el tracto digestivo y permite ver esófago, estómago y parte del duodeno.
La colonoscopia es la técnica que se usa para ver la parte final del intestino delgado y el intestino grueso.
Lo que permite una gastroscopia es detectar inflamaciones, hernias, desgarros, ulceraciones e infecciones en el aparato digestivo, y también observar las posibles células anormales que pueden derivar en tumores benignos, malignos o cáncer.
¿Cómo se hace una gastroscopia?
Entre 8 y 12h antes de la prueba, la persona no debe haber consumido ningún tipo de alimento.
Asimismo, debe evitarse la administración de medicamentos para la tensión arterial.
Es una prueba que puede realizarse de forma consciente porque es necesario, o bien, requerir la sedación de la persona para evitarle las posibles molestias e incomodidad de la prueba.
Si no se toman ninguna muestra o se realiza una biopsia, entonces la gastroscopia no dura más de 10 minutos.
En el caso de que se tome una muestra, lo más probable que exista sedación ya que en ocasiones el roce del tubo puede provocar pequeños sangrados en la zona.
Tras la gastroscopia, se aconseja que la persona permanezca en reposo y no realice ninguna actividad que requiera esfuerzo.
No se recomiendan comidas ricas en grasa o demasiado pesadas, aunque si existe dificultad para comer o dolor muy intenso, se debe acudir al médico especialista para comunicarlo.
La Úlcera Péptica
Cuando el equilibrio que deben mantener los agentes defensivos de la mucosa y los factores agresivos se ve alterado, entonces se origina una úlcera péptica.
Aquí tiene un papel fundamental la secreción ácida ya que ésta no existe no aparece la úlcera.
Es por este motivo que cuando al paciente se le administra tratamiento antisecretor, inmediatamente se suprime la acidez gástrica y la úlcera puede cicatrizar.
Por este motivo, es muy importante seguir con la medicación aunque los síntomas de acidez hayan remitido, justo lo que el médico crea conveniente.
Muchos de los fracasos terapéuticos en estas úlceras es debido a que la persona, una vez ya no tiene molestias, deja de tomar su medicación, sin saber que la cicatrización no ha concluido todavía y ahora ya va iniciar la secreción ácida que no permite la recuperación.
Esofagitis por Reflujo Esofágico
La comida que se deglute baja por el esófago y por presión acaba en contacto con la mucosa gástrica hacia el estómago. Un reflujo es el tránsito del contenido gástrico hacia el esófago y suele ser algo normal. En condiciones óptimas, el tiempo de contacto del ácido gástrico y la mucosa esofágica es mínimo por lo que los agentes agresivos no alteran la funcionalidad del esófago, que además es resistente.
De todas formas, sí que existen alimentos que son capaces de disminuir la presión del esfínter esofágico y permitir o facilitar el paso del ácido gástrico hacia el estomágo, alargando un poco más este tiempo de contacto. Estos alimentos o sustancias son:
- Comidas con un elevado aporte de grasas
- Chocolate
- Menta
- Tabaco
- Alcohol
El reflujo gastroesofágico se produce cuando aparecen episodios regulares de regurgitación ácida, provocando un daño que tiene lugar en el epitelio del esófago. Estos episodios aumentan con la ingesta de alimentos o bebidas y pueden aliviarse con sustancias o agentes alcalinos.
Los síntomas del reflujo pueden ser muy variados y no están condicionados a un comportamiento singular:
- Disfagia
- Hipo
- Eructos
- Dolor epigástrico
- Odinofagia (dolor al tragar alimentos)
- Náuseas
- Pesadez postprandial
- Afonía
- Molestias laríngeas o faríngeas
- Dolor torácico
- Alteraciones respiratorias
Los problemas con la presión de los esfínteres esofágicos y la alimentación no son los únicos cuasantes de esofagitis, sino que la motilidad gastrointestinal suele ser otra de las causas más comunes.
Para combatir este reflujo, es necesario eliminar el ácido de la zona y por eso se administran fármacos antisecretores, en especial aquellos que son capaces de inhibir la bomba de protones, junto con alguna combinación puntual de otro antiácido (esto dependerá de los síntomas de la persona).
Síndrome de Zollinger-Ellison
El síndrome de Zollinger-Ellison está caracterizado por la presencia de una hipersecreción ácida.
Esta concentración tan elevada de ácido es debida a una enfermedad ulcerosa grave del tracto digestivo superior, o bien, un tumor pancreático (puede ser otro tipo de tumor) que afecta a las células no beta.
Las personas que lo padecen poseen cantidades elevadas de gastrina sérica circulante proviniente del tumor.
Al principio, puede confundirse con una úlcera péptica ya que posee la misma sintomatología, pero pasado un tiempo las úlceras se complican cada vez más llegando incluso a perforaciones con hemorragias o con la aparición de otras enfermedades como esofagitis, estenosis o una úlcera esofágica.
Otros de los síntomas diferenciales suelen ser la pérdida de peso, episodios de diarrea o esteatorrea.
Los tratamientos son antitumorales para impedir la diseminación pero también antiácidos para controlar la úlcera y poder resecar el tumor que produce la gastrina.
